Misterio en el Prado

Mónica Rubio

Santiago era un chico muy especial, si bien no puedo decir que era un mal trabajador, en lo personal creo que era mucho más disperso de lo que necesitábamos, estaba muy poco comprometido con las tareas del día a día.

Esa noche, el no tenía que venir a trabajar, pero insistió tanto que finalmente modifiqué el calendario para que cumpla con su turno esa noche, eso me pareció muy extraño pero prefería acceder a su petición antes de enfrentar un conflicto.

Siempre hablaba de su equipo de futbol, era incluso hasta molesto. Aquí se viene a trabajar, no a dialogar sobre eventos deportivos.

Recuerdo bien que ocurrió esa noche, al no responder durante varios minutos a las llamadas por el interlocutor, autoricé a Sandra a que fuera a buscarlo y lo encontró en uno de los pasillos, inmediatamente dimos aviso a la policía.

Recuerdo que por las cámaras observé a una extraña figura caminando por ese sector, no puedo especificarlo, pero parecía la silueta del director que esta noche estaba trabajando hasta tarde.