Mar del Plata, 4 de enero de 1956. Solari Parravicini, de regreso de una sesión de espiritismo en la casa de Margarita Lefinerie, se recluyó en la habitación 304 del hotel Provincial para luego hacer la profecía que pueden observar.

“A fines del 2013, el pueblo del sol naciente mirará hacia el mar y encontrará un nuevo hermano que lo saludará desde las profundidades del oceano.

Este nuevo integrante de la familia será fuego entre las aguas y crecerá rápidamente.

Desde Tokio serán 940 Kms”

La exactitud de los datos (dentro de los márgenes lógicos de una profecía) asombran aún hoy a a varios incrédulos en la obra del profeta.